La interiorista Eva Martínez llevó a cabo el relooking de este romántico hotel, que situado en la privilegiada zona alta del casco antiguo de Ibiza, desde donde se disfrutan unas panorámicas inmejorables, goza del silencio que le proporcionan sus muros del siglo XIV. Como no podía ser de otra manera, el blanco comulga con la belleza de la isla, inundando las habitaciones y terrazas, con telas vaporosas, y encalados que cubren sus paredes.